

A pesar de todos los avances y nuevos descubrimientos que hay en el campo de la belleza, se ha puesto de moda volver hacia atrás para recuperar ingredientes y técnicas del pasado. Un ejemplo de ello es el masaje kobido. Un MASAJE japonés que proviene de los tocadores y salones de belleza de las antiguas emperatrices para relajarse y que además tenía propiedades antiedad. Es decir, provoca una especie de lifting del rostro de forma natural.
Como se ha avanzado en un principio, el masaje facial kobido es una terapia japonesa para el cuidado de la piel. También es conocido como el lifting natural porque posee grandes poderes antiedad solo con estirar la piel y tratar los músculos del rostro. De tal forma que se termina con los signos de la edad, se suavizan las arrugas e incluso pueden tratarse algunos problemas de la piel como la la SEQUEDAD.
Pero no solo esto. Al tratarse de un masaje en sí mismo esta terapia, sirve también para relajarse y reducir el estrés del día a día, la ansiedad así como también dolores de cabeza y otras consecuencias tensionales.